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Quién no ha soñado alguna vez con ser astronauta. Sin embargo, viajar hasta el espacio exige muchos años de preparación y dedicación. Sacrificio, esfuerzo y disciplina. Aun así, la exploración espacial siempre ha atraído nuestro interés, gracias a la posibilidad de disfrutar de unas exclusivas vistas de la Tierra desde el espacio, y sentir la ingravidez.
El primer ser humano que viajó al espacio fue el cosmonauta ruso Yuri Gagarin en 1961, a bordo de la cápsula Vostok 1. Desde entonces, más de 500 hombres y mujeres han salido de nuestro planeta y han experimentado la sensación de ingravidez.
Desde hace meses, la Agencia Espacial Europea está inmersa en un proceso de selección de astronautas. De hecho, la ESA planea reclutar de cuatro a seis nuevos astronautas para que formen parte del cuerpo de astronautas europeos, algo que esperan anunciar el próximo otoño. En este proceso de selección, la agencia contempla la posibilidad de incluir algún astronauta con discapacidad física.
Hasta el momento, la Agencia Espacial Europea ha preseleccionado a 1.391 candidatos, poco más del 6% de los más de 23.500 aspirantes a astronautas que respondieron a la convocatoria del pasado año.
La primera ronda de pruebas para esos 1.391 candidatos se centra en el rendimiento psicológico e incluye pruebas cognitivas, técnicas, de coordinación motora y de personalidad. Además, una vez finalizadas estas pruebas, tendrán que llevar a cabo una serie de entrevistas psicológicas y test grupales antes de las pruebas médicas.
También está previsto que se evalúe el estado físico y psicológico de los candidatos poniendo una atención especial a las misiones de larga duración. La experiencia de selecciones anteriores viene a demostrar la importancia del estado psicológico de los candidatos, ya que en un futuro pueden estar expuestos a situaciones de mucho estrés.
En la penúltima fase se los someterá a una entrevista en grupo que medirá sus competencias técnicas y de comportamiento y, por último, deberán mantener un encuentro con el Director General de la propia Agencia Espacial Europea.
Convertirse en astronauta no es tarea fácil, ni mucho menos. Para empezar, hay una larga lista de requisitos. Estar en buena forma física, medir entre 1,5 y 1,9 metros de estatura y no tener sobrepeso, gozar de una capacidad auditiva de al menos 25 dB por oído y agudeza visual, no haber cumplido los cincuenta años en el momento de presentar la candidatura, entre otros requisitos. Los astronautas actuales son normalmente científicos, ingenieros, médicos o pilotos de pruebas altamente cualificados.
Además, no hay muchas convocatorias para convertirte en astronauta. Desde el año 1977, la ESA sólo ha lanzado tres convocatorias. La anterior tuvo lugar en 2009.
A los candidatos de este proceso de selección aún les queda mucho camino, paciencia y esfuerzo. Cuando toda la fase de selección haya terminado y exista ese nuevo grupo de astronautas europeos, les quedará aún un extenso y complejo proceso de formación que les llevará algunos años más antes de que puedan volar al espacio y convertirse en esos héroes más allá de nuestra atmósfera.
Fuente: web de la ESA